Muchos de los juegos indie de los que hablo en este blog son, como mucha gente espera, juegos pequeños. Es de esperar que cuando un equipo de desarrollo se encuentra con un presupuesto tan límitado en tiempo y dinero para llevar a cabo una idea propia, obten por hacer algo que sea abarcable en ese tiempo, lo que normalmente resulta en juegos pequeños, con un concepto que aunque es divertido y suele ser rejugable cantidad de veces, está bastante limitado en cuanto a sus opciones. Sin embargo esto no es así.
Digital Eel es uno de los actores más veteranos de la escena indie de juegos. Después de dar su primer paso en esto con Plasmaworm, sacaron al mercado su ópera prima: Strange Adventures In Infinite Space. Este juego era un juego de exploración y aventura realmente completo y profundo para ser un juego indie. Tenía cantidad de opciones disponibles pues cada partida se generaba en base a unos parámetros pseudoaleatórios, con lo que cada aventura era realmente única. Sin embargo, hoy os voy a hablar de la secuela a este juego, publicada hace un par de años.
En Weird Worlds: Return to Infinite Space esta compañía americana nos ofrece la posibilidad de jugar a ser científicos, piratas espaciales o exploradores militares, enfrascados en una misión espacial del todo única. Deberemos elegir nuestro rol y tipo de nave -alterando cosas como la capacidad de carga y la militar, según la misión- antes de introducirnos en en el Sector Prime a explorar la galaxia. Podremos completar misiones de tan sólo minutos de duración, con lo que podremos jugar partidas cortas a Weird Worlds, sin embargo la mayoría de veces estaremos tan enganchados al universo tan complejo y lleno de matices que nos rodeará que seguiremos jugando durante horas. Si siempre habéis soñado con explorar nuevos planetas, contactar con razas alienígenas, rescatar diplomáticos perdidos o descubrir nuevas formas de vida, este es vuestro juego.