Rocketbirds fue uno de los finalistas para los premios IGF, que se celebran anualmente, para premiar los mejores juegos indie del año. Cuando lo juegues, ya verás porque recibió tanta atención- Rocketbirds es un juego con un estilo propio, mesclando elementos de un juego de platformer y acción, en un mundo donde los malévolos pingüinos comunistas tratan de conquistar el mundo. Lo único que puede detener a los camaradas pingüinos es “Hardboiled” (que se traduce como “Bienhervido”) , un gallo comando que se adentra en territorio enemigo con su cohete para eliminar al tirano “Il Putzki”. Qué locura, ¿no?
Rocketbirds es un homenaje a las películas de acción de los ochentas, donde los héroes tenían la personalidad y sutileza de un ladrillo, y Hardboiled es claramente de ese tipo. La historia, tan loca como parece, es un elemento importante de éste juego, que la va contando por medio de mini-películas que aparecen entre cada nivel. Mientras tanto, el juego de por sí es bastante divertido, en el cual deberás ayudar a Hardboiled a recorrer niveles, enfrentándote a enemigos, recogiendo armas y resolviendo sus acertijos. La mecánica de las peleas de pistolas es bastante dinámico, y los niveles están bien diseñados para que siempre haya algo interesante en cada enfrentamiento.
Rocketbirds es definitivamente un juego que no habría sido producido por una compañía más grande. Es demasiado irreverente, con ideas que erizaría a los ejecutivos, pero es un juego realmente divertido y singular. De muchas formas, es un juego que es un homenaje a muchas cosas, como películas y juegos de décadas pasadas, e intenta demostrarnos por qué aquellas ideas tuvieron tanto éxito en sus días. Lo que debo admitir es que es un juego que no le va a gustar a todo el mundo, pero aun así es un excelente ejemplo de que los juegos indie tienen mucho para ofrecer. Pruébalo, descubre si tienes gustos ochenteros.
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